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Guía práctica: 6 elementos clave que hacen posible el control ESD

Cómo los materiales y equipos adecuados previenen los daños por descargas electrostáticas y aseguran procesos industriales confiables.
14 de noviembre de 2025 por
SERVICIOS CORPORATIVOS DENKER, Cervantes Elisa
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En los entornos industriales modernos, donde la precisión lo es todo, el control de descargas electrostáticas (ESD) se ha convertido en un pilar esencial para garantizar la calidad y la confiabilidad de los procesos. Más que una medida preventiva, es una estrategia integral que protege los componentes electrónicos y semiconductores frente a fallas invisibles pero potencialmente críticas.

En esta guía práctica exploraremos seis elementos clave, desde los materiales hasta los equipos especializados, que hacen posible un Control ESD efectivo y sostenible, capaz de mantener cada estación de trabajo en cumplimiento de los estándares internacionales más exigentes.

1. El enfoque integral en materiales y equipos 

Un programa robusto de Control ESD no se limita al uniforme del operador: incluye suelos, mobiliario, ionizadores, equipos especializados, estaciones de trabajo, contenedores para componentes sensibles, calzado y más. Todos estos elementos buscan cumplir dos grandes objetivos: reducir la generación de cargas estáticas y ofrecer un camino seguro para su disipación o neutralización. 

Por ejemplo, los suelos y el calzado conductivos o disipativos permiten que los trabajadores mantengan el mismo “potencial” eléctrico que su entorno, evitando que una diferencia de voltaje entre el operario y la pieza que manipula provoque una descarga. Asimismo, cuando los materiales son aislantes (como plásticos, bandejas o empaques), la opción de “tierra” no es viable: ahí entran los ionizadores, que neutralizan la carga acumulada en el aire o sobre esos objetos y evitan que, al acercarse a componentes sensibles, se produzca una descarga espontánea.


2. Equipos y materiales de una estación de trabajo

A continuación, revisamos los elementos esenciales que forman parte de un sistema ESD confiable:

1. Superficies y mobiliario (mesas, bancos, tapetes):

Estas superficies deben ser conductivas o disipativas, conectadas a tierra mediante un “punto común” para asegurar que no haya diferencia de potencial entre la mesa, el operario y la pieza. De igual forma, es necesario realizar verificaciones periódicas. 

2. Suelos y calzado disipativo/conductivo:

Un sistema suelo + calzado permite que el operario no acumule carga al moverse por el área de trabajo. El estándar ANSI/ESD STM97.1, por ejemplo, define límites para la resistencia a tierra de suelos y calzado. 

3. Ionizadores de aire:

En áreas donde el manejo incluye materiales aislantes que no pueden ser conectados a tierra (como ciertos plásticos), los ionizadores equilibran la carga en el ambiente mediante iones positivos y negativos, evitando la acumulación peligrosa. 

4. Prendas ESD, herramientas controladas:

El contacto humano es una de las principales fuentes de carga estática. Las prendas fabricadas con materiales adecuados y con propiedades disipativas son fundamentales para evitar que el operario transfiera carga a la pieza. 

5. Contenedores, empaques y almacenamiento antiestático:

Incluso fuera de la mesa de trabajo, los componentes sensibles deben transportarse y almacenarse en contenedores que impidan la generación o la acumulación de carga. Las bolsas y los contenedores ESD forman parte de este ambiente eficaz.


3. Relación con los estándares y programas de control 

Equipos y materiales no existen por sí solos: deben integrarse en un programa ESD estructurado. Los estándares, como el de la ESD Association (ESDA), y los protocolos, como ANSI/ESD S20.20, establecen directrices que abarcan tanto los aspectos técnicos (resistencia, ionización, equipotencialización) como los administrativos (designación de responsables, formación, auditorías, capacitaciones, certificaciones, etc.) 

Entre los principios clave están: diseñar la protección, definir el nivel de control necesario, reducir la generación de carga, disipar o neutralizar las cargas y proteger los productos frente a descargas. Equipos como los mencionados anteriormente deben verificar su efectividad y mantenerse calibrados para cumplir dichos principios.

4. Intervención ante las fallas de un sistema de Control ESD 

Aunque una empresa instale todo el equipo necesario, los eventos de descarga siguen ocurriendo cuando otros elementos no se consideran: por ejemplo, un piso normal que genera carga para el operario, una mesa mal conectada a tierra, herramientas de plástico que acumulan carga o el nivel de humedad del ambiente. 

Al invertir en materiales adecuados, suelos disipativos, bancos correctamente conectados, ionizadores en zonas críticas, uniformes y empaques/contenedores ESD seguros, el riesgo se reduce significativamente. Pero también es clave asegurar la verificación continua de esos materiales (¿los tapetes mide la resistividad esperada? ¿los ionizadores tienen el balance correcto?). Sin ello, podemos tener una falsa sensación de seguridad.


5. La ventaja de contar con especialistas 

Para una empresa que manipula componentes sensibles, la diferencia entre un sistema ESD bien implementado y uno deficiente puede traducirse en rendimientos inferiores, fallas en campo, devoluciones, retrabajos y pérdida de reputación. Un enfoque holístico que incluye materiales, equipos, procedimientos y auditoría hace la diferencia.

En Stromlab, el primer laboratorio especializado en México en soluciones y prevención de la electrostática (ESD) para la industria electrónica, microelectrónica, médica, automotriz, aeroespacial y afines. Contamos con personal certificado con experiencia comprobada, lo que nos permite ofrecer una visión experta sobre cada uno de estos elementos y su interacción en un sistema de control ESD.

6. Conectar este conocimiento a un servicio de certificación

En Stromlab ofrecemos un servicio de Certificación ESD que abarca personal, productos y EPA (Áreas Protegidas contra Descargas Electrostáticas). Certificamos tus estaciones de trabajo o áreas de producción, garantizando sistemas controlados y mitigando el riesgo de fallas por estática. Nuestra especialidad radica en evaluar el entorno completo: desde el suelo hasta el uniforme de tus operadores, la ionización, las superficies de trabajo, los procesos de manejo y las herramientas, para asegurar que cumplan con los estándares más exigentes. De esta forma, no solo identificamos los puntos débiles, sino también su ejecución y mantenimiento, entregando un informe detallado con un plan de mejora y de verificación continua. 

Al comprender en profundidad cómo todos los elementos de tu EPA actúan en conjunto, podrás asegurar no solo la fiabilidad de tu operación, sino también la eficiencia y la tranquilidad de saber que tu cadena no fallará por lo invisible

En un entorno donde cada microvoltio cuenta, comprender y aplicar correctamente el Control ESD es una inversión en la calidad, la seguridad y la reputación. En Stromlab sabemos que detrás de cada proceso exitoso hay una infraestructura confiable y un conocimiento técnico sólido. Por eso, seguimos impulsando la excelencia industrial mediante la verificación, la precisión y la mejora continua.


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